jueves, 30 de noviembre de 2006

Veraneo en Egipto: Ras-el-Bar y Sharm El Sheikh

Ahora mismo me encuentro en el Cairo por motivos profesionales y por cuarta vez en estos últimos tres años. Esta semana he tenido que pernoctar en Ras-el-Bar, una ciudad situada en el delta del Nilo, cercana a Damietta donde estaba la empresa a la que fuí.

Como nota curiosa, comentar que Damietta fué el puerto donde desembarcó Alejandro Magno iniciando desde ahí su conquista del mundo conocido (leed Alexandros de Manfredi). La parte curiosa acaba ahí. La ciudad hoy en día se divide en dos: la vieja Damietta y la nueva Damietta. Ambas, pero más la primera, son un reflejo del Egipto real, nada turístico.

Calles sin asfaltar, basura delante de los edificios, vacas, cabras, burros y demás animales rebuscando entre las basura y campando a sus anchas por la ciudad. Ya he dicho en algún post anterior que soy extremadamente escrupuloso. Al pasar por el centro de la ciudad he podido ver una carnicería a pié de carretera (con la carne colgando fuera) y al lado de una herrería donde estaban forjando hierro. Además, por la carretera del Cairo a Damietta tuve la suerte de ver en la cuneta una vaca muerta ... hacía ya días. En toda esta semana, no he probado la carne.

Como dije antes, las noches las pasaba en un hotel de Ras-el-Bar, que por lo visto es una ciudad de veraneo de los egipcios. De hecho, para entrar en la ciudad hay que pagar, puesto que tiene categoría de resort.

El año pasado, mi mujer y yo decidimos viajar a Egipto. Por ser un pais, que no entra dentro de mis destinos voluntarios, negocié con ella el siguiente planteamiento de viaje:

  • 1 día en Luxor
  • 5 días en Sharm El Sheikh
  • 1 día en el Cairo

de esta manera teníamos, aunque no en la misma proporción, cultura y relax.

El día que pasamos en Luxor, pudimos visitar el valle de los Reyes (3 tumbas), unos cuantos templos y comer en el Nilo. Muy turístico e impresionante.

Los 5 días que pasamos en Sharm El Sheikh fueron los más relajados de toda mi vida. El hotel que conseguimos en oferta, Intercontinental Garden Reef Sharm El Sheikh, lo recomiendo vivamente. Tiene una playa privada con un arrecife único. La sensación de levantarte de la tumbona, caminar unos metros, sumergirte en un agua cristalina, cálida y llena de peces de todos los colores y formas es un auténtico momento MasterCard. No tiene precio, ni palabras para describirlo.

El segundo día contratamos una excursión al parque natural de Ras Mohamed, consistente en coger un barco, navegar un par de horas por el Mar Rojo (que por cierto, para ser un mar cerrado, se mueve bastante) y realizar unas tres o cuatro paradas para bucear o simplemente hacer "snorkel", siendo esta última nuestra opción. No nos arrepentimos de la excursión, pero lo que allí pudimos ver no tenía nada que envidiar al arrecife de nuestro hotel.

El último día volamos a el Cairo, donde pasamos el día visitando las pirámides, paseando por el centro de la ciudad y regateando en el Bazar Jan el Jalili, donde poca cosa había que comprar.

Puedo garantizar que el tráfico en el Cairo ha rebasado la categoría de caos, siendo para un extranjero imposible circular allí, salvo que haya entendido las dos normas de circulación locales:

  • no hay normas, todo está permitido
  • hay que tocar el claxón permanentemente

En resumen, tengo ganas de volver a Egipto, pero solamente por placer y a Sharm El Sheikh. El resto del pais no está hecho para mí.

miércoles, 25 de octubre de 2006

Roma, citta ... atascata

Estoy en Roma. La verdad, mas que en Roma, en un hotel donde se celebra el congreso al que he venido.

Lo unbico que conozco de Roma es la autopista que la rodea y que me lleva de mi hotel al hotel del congreso. Las horas de desplazamiento son siempre punta, y los atascos cuando los hay son inifinitos.

Lo unico que he conseguido es dar un paseo a eso de las 8 de la tarde (es decir, a oscuras) y ver el Coliseo iluminado, el foro apagado, la Fontana di Trevi llena de gente y la plaza de Espana entre luces. Porca miseria.

La conclusion es que toca volver pero de vacaciones y con luz.

martes, 19 de septiembre de 2006

Lecturas veraniegas

Este verano (julio, agosto, septiembre) me ha cundido. He podido dedicarle a la lectura el tiempo suficiente como para leerme cinco libros, algunos mejores que otros pero que al menos me han distraído.

La proporción áurea, Mario Livio
Divulgación matemática que describe el concepto del número áureo a lo largo de los siglos. Recomendable a todo aquél que le gusten las curisidades matemáticas. Otro libro en el mismo estilo es El teorema de Fermat de Simon Singh.


Quiere ser millonario, Vikas Swarup
Novela divertidísima sobre las aventuras y desventuras de un paria indú que se hace millonario contestando a las preguntas del concurso "¿Quiere ser millonario?". Durante todo el libro descubrimos por qué una persona de la más baja categoría social india, conoce las respuestas del concurso.

Clara y la penumbra, José Carlos Somoza
El argumento es extraño. Estamos en junio de 2006 (el libro fué escrito en 2001) y la pintura ha evolucionado (o degenerado) hacia el HiperDramatismo (HD), consistente en que el lienzo es un ser humano y el artista dibuja sobre el cuerpo del lienzo creando su obra. Entorno a esto, Somoza crea una sociedad que acepta el HD como arte, creando galerías, exposiciones y museos donde las obras se exponen. El problema surge cuando una de las obras aparece asesinada.

Hace pocos meses leí del mismo autor ZigZag y me pareció un tostón, no infumable, pero cercano. Me había propuesto no leer nada más de él, pero una compañera me recomendó Clara ... y francamente me alegro de haberle hecho caso. Es un thriller imaginativo que engancha a medida que avanzas en la lectura.

El hombre sonriente, Henning Mankell
Otra novela del inspector Wallander, en la que el bueno de Kurt se reincorpora al trabajo de una depresión y resuelve como siempre el caso más difícil de su carrera.

Decidí leer este libro por que hacía tiempo que no leía uno de Wallander, sin recordar por qué. Y al acabar de leerlo recordé la razón. Mankel, al menos en mi opinión, tiene la costumbre o manía de resolver los casos de la manera más estrambótica posible en las últimas páginas. No diré cómo por si alguien lo lee, pero me volvió a decepcionar la forma de finalizar la historia.

La promesa del ángel, Fréderic Lenoir
Como diría el librero impertinente de M80, en mi opinión a la basura directamente. La novela desarrolla dos historias paralelas en el tiempo (siglo X y siglo XXI) que obviamente, terminan confluyendo. En este libro se mezclan novela histórica, romántica y fantástica de la peor manera posible. En fin, como ninguna lectura es mala, me ha dejado ganas de volver al Monte Saint Michel donde se desarrolla la historia.

Acabo de empezar Memorias de Idhún: La resistencia. Promete. Por ahora está consiguiendo que desconecte del mundo real, detalle que últimamente agradezco.

jueves, 31 de agosto de 2006

¡¡¡Berlin...ale!!!

Ya hemos vuelto de Berlín. La conclusión global es que es una ciudad impresionante, si te gusta la arquitectura moderna.


El primer día he de reconocer que me decepcionó. El paseo que hicimos, transcurrió por una zona que más que estar en obras, estaba en proceso de desmantelamiento. Llegamos incluso a preguntarnos como podía ser la capital de la 1º potencia europea.

Cabe por lo tanto realizar una pequeña reflexión histórica. Depués de la II Guerra Mundial, Berlín quedó arrasado en más de un 40% de su superficie, debiendo ser reconstruida con las ayudas de los vencedores. Depués de los acuerdos de Postdamm, Berlín queda dividida, asumiendo el gobierno sovietico la reconstrucción de su mitad. Durante el período que duró la Guerra Fría, el Berlín Oeste se fué restaurando gracias a la recuperación económica de Alemania, mientras que el Berlín Este permanecía "indiferente" a estos cambios. En 1989, con la caida del muro, la herencia que recibe la nueva Alemania fruto de la reunificación es desoladora. Berlín Este debe ser restaurado y ese proceso aún continúa.

La mejor forma de entender la ciudad, a mi modo de ver, es visitando antes que nada el que podría ser el origen de la ciudad actual, el Check Point Charlie. En esa misma manzana se encuentra el Check Point Charlie Museum, siendo una visita obligatoria. Este edificio alberga una exposición permanente en la que se descriibe la situación al otro lado del muro, mostrando los diferentes artilugios utilizados por los alemanes para escapar al oeste. Pone los pelos de punta ver el carrito de la compra donde una madre escondió a su hijo de tres o cuatro años y cruzó la frontera a riesgo de ser descubierta, sin importarle las consecuencias, solo con tal de escapar de la dictadura soviética. Más que un museo, es un lugar de reflexión.

La siguiente visita debe ser el Reichstag, con la cúpula de Norman Foster. Es sencillamente impresionante. Tras una hora de cola, perfectamente organizada, la subida a la cúpula no deja indiferente a nadie. Los alrededores del Reichstag no desmerecen en absoluto, encontrando edificios modernos perfectamente integrados en el entorno.

La tercera visita debe ser Postdamer Platz y sus alrededores. Ahí se encuentran el Sony Center, el Daimler building, PWC, etc... Mención especial merece el Sony Center con su cúpula suspendida.

En lo que se refiere a gastronomía, un paseo por el barrio Nikolaiviertel te transporta a Alemania del XVIII. Allí se encuentran cervecerías con su propia cerveza. Impresionante el metro de cerveza. Indescriptible el codillo.

Ni que decir tiene que la visita no debe limitarse a estos cuatro puntos. Desde el punto de vista museístico, la oferta de Berlin es infinita, ofreciendo toda una isla de museos. Si lo que se prefiere es pasear la ciudad, tanto el Berlin Oeste con su arquitectura europea, como el Berlin Este con su arquitectura soviética (inmensas avenidas con edificios colosales) no decepcionaran a nadie.

En resumen, un ciudad para perderse durante unos dias.

martes, 8 de agosto de 2006

¡¡¡¡Me voy a Berlínnnnn!!!

Pues eso que mañana salgo para Berlín, 4 días, con una oferta de lastminute. Es la primera vez que saco un viaje por internesss. A ver que tal resulta. Por lo de pronto, el precio bien.

Me llevo un libro para los aeropuertos, "¿Quiere ser millonario?" de Vikas Swarup. Lo he empezado y promete.

A la vuelta un resumen de lo que haya visto y leído.

jueves, 27 de julio de 2006

Viaje a Jeddah continuación

Sigo en Jeddah. Hoy vuelvo a casa y me espera un nuevo periplo aéreo. Francamente de los viajes profesionales que he tenido que hacer este ha sido el más agradable. La gente en este pais es extremadamente hospitalaria. Desde el momento y hora que te conviertes en su invitado, su responsabilidad es tu bienestar.

Lo que más me ha impresionado son las diferencias exsitentes entre hombres y mujeres. Las mujeres solamente pueden estar con los hombre si son familia directa o si van acompañadas por sus maridos. A partir de ahí cualquier situación es posible.

En los restaurantes hay una zona exclusiva para las mujeres donde ningún hombre puede entrar. Al lado del hotel, hay un McDonalds (por cierto, el BigMac tiene el mismo sabor que en España). A la hora de hacer el pedido, el mostrador está divido por una mampara, para separar las mujeres de los hombres.

Bajo ningún concepto una mujer puede estar sola con un hombre en un recinto cerrado si no es su marido. A lo largo de estos días me he cuidado muy mucho de subir en el ascensor del hotel con alguna mujer sola o acompañada.

Como las mujeres y los hombres que no son familia tienen que estar separados, en la empresa a la que he ido NO hay mujeres por cuestiones arquitectónicas. Es decir, el coste de habilitar las oficinas para cumplir con las normas segregacionistas era tan elevado que no han contratado a ninguna mujer.

En cuanto a la vestimenta de las mujeres, van tapadas de arriba a abajo con una túnica negra, viendose en el mejor de los casos los ojos (ya que algunas sobre la cabeza se ponen doble velo, no dejando ver ni los ojos).

En cuanto a los hombres, la mayoría de ellos van con la túnica blanca y el turbante blanco y rojo a cuadros. Los de la oficina están europeizados. Como anécdota, la mayoría tiene bigote o perilla o ambos. Los más extremistas llevan barbas a lo taliban.

Los hombres solamente van con toallones si van de peregrinaje a la Meca o a Medina. Ambas ciudades están absolutamente prohibidas a los no mulsumanes. Ayer nos comentaron, que si se quería visitar con tranquilidad, tenías que convertirte al Islam, cosa que se puede hacer "on-line" antes de entrar en las mezquitas santas.

Dependiendo hacia donde mires, es como un viaje en el tiempo varios siglos atrás, y el contraste es impresionante cuando ves los cochazos en los que se mueven los saudíes. Hay que tener en cuenta que 1 euro son unos 15 litros de gasolina.

Ayer fuimos a cenar, invitados por el director general de la compañía, a un restaurante italiano sito en el edificio anexo del Hilton. El coche del director es un Mercedes todo terreno, último modelo y "refull-equip". Era el peor con diferencia de los que allí estaban aparcados. Lo primero que vimos en el aparcamiento fué un Rolls-Royce de los del paquete. Luego nos explicaron que el anexo del Hilton estaba destinado únicamente a suites y apartmentos de super lujo.

Por cierto, la cena fué acompañada de agua mineral, ya que el alcohol está absolutamente prohibido. Nos ofrecian vino sin alcohol, es decir mosto y champán, siendo champán una combinación de mosto y agua con gas ;-)

Durante la cena, surgió el tema de los castigos coránicos, donde nos enteramos que el adulterio se castiga con lapidación hasta la muerte o con latigazos en función de si los amantes están casados o no. El saudí que estaba con nosotros defendió que ese castigo estaba perfectamente claro en el Corán, recitando el pasaje de memoria. Esta misma persona nos sorprendió diciendonos que Jeddah era una ciudad muy permisiva de puertas para adentro. Su hermano, pincha discos, pone música en "naked-parties", es decir fiestas donde los participapantes están desnudos, vamos las orgías clásicas que inventaron los romanos. Esto dá una idea de que la sociedad no está de acuerdo con las leyes morales impuestas, pero no se atreven a rebelarse.

martes, 25 de julio de 2006

Viaje a JEDDAH

Sí estoy ahora mismo en Jeddah, Arabia Saudí, por motivos profesionales.

Lo que he visto hasta ahora (este es mi segundo día) es poco. Tras un viaje de 15 horas (incluidas las esperas en os aeropuertos de Madrid y Amman) aparezco en Jeddah.

Según leí antes de ir, el aeropuerto de Jeddah es la entrada a la Meca desde el resto del mundo. A pesar de aún no ser el momento, el avión de Amman estaba lleno de peregrinos. ¿Cómo se reconocen? Por que solamente se visten con 2 toallones enormes: uno alrededor de la cintura y el otro rodeando el torso. La explicación no es otra que una cura de humildad. Desde el más rico al más pobre visten de la misma manera, y al menos en ese momento las diferencias sociales desaparecen.

El trato dispensado por los empleados de la empresa cliente a la que he ido es todo momento exquisito. De hecho, el responsable de RRHH, saudí de pro nos invito a cenar. Como intento no ofender a nadie cuando voy fuera (donde fueres haz lo que vieres), ante la pregunta de que me gustaría cenar, contesté que "algo típico y original de Arabia". Pues bien, después de darme una vuelta por Jeddah de aproximadamente una hora, aparecimos en un (estoy buscando la palabra adecuada) chiringuito-restaurante semi al aire libre donde el plato principal era carne (cordero o pollo). La forma de preparar la carne era de dos maneras: asada sobre una piedra caliente y cocida. Es decir, al estilo del desierto.

Para ponerse en situación, comentar que lo típico en Arabia es comer sentado en el suelo sobre una alfombra. Este sitio era muy, muy típico. Mi anfitrión, después de pagar el pedido en una ventanilla, se acercó a otra que más bien era un escaparate, donde se encontraban tres hombres sentados en el suelo (encima de una alfombra y por supuesto descalzos) alrededor de una bandeja. Al acercarnos, destaparon la bandeja mostrando trozos de cordero crudos, preparados para cocinar.

Una vez decididos los trozos que deseabamos, nos pasaron a una habitación donde el único mueble existente era una tele. Antes de entrar nos descalzamos y una vez dentro nos sentamos en la alfombra, apoyándonos en los cojines que rodeaban la estancia, a la espera de la comida. Al cabo de un rato, un camarero trajo un mantel de papel que alisó sobre la alfombra y acto seguido llegó la comida.

Vaya por delante que el cordero me asquea. No soporto su sabor. Es superior a mí. Además, soy una de las personas más escrupulosas que existe. A estas alturas, la noche estaba resultandome "complicada". Pues bien cuando llega la comida, no hay platos ni cubiertos y la bandeja es una bandeja común para los cuatro comensales. Es decir toca comer con las manos del mismo plato todos. Para completar el momento, nuestro anfitrión nos dice que como somos sus invitados su obligación consiste en trocear la comida y repartirla ..... con sus manos.

El resumen de la noche, es que a pesar de todas mis barreras mentales, la cena fué excelente en todos los sentidos. El cordero estaba impresionante y la forma de comer, hasta cómoda.

Continúa ....

jueves, 13 de julio de 2006

Imprimatur secretum,....

Hace 15 días que acabé de leer Secretum y ahora que lo he digerido daré mi opinión.

Al igual que me pasó con Imprimatur (que leí el año pasado) he llegado a la conclusión de que como compendio de acontecimientos de la Europa del Barroco es impresionante, como novelas son un auténtico churro.

Si los autores se limitasen a narrar la Historia sin más, me refiero a los acontecimientos, los datos costumbristas, etc... resultaría mucho más agradable que intentar seguir a los personajes de la novela por un laberinto de túneles subterráneos o persiguiendo a un loro por los campos de Italia.

Los personajes principales, el abate Melani y el narrador, son personajes planos y absolutamente estereotipados. El Melani el más listo del mundo, y el otro el mejor aprendiz. En lo que se refiere a la trama de ambos tomos, no puede ser más enrevesada. Cúal es el sentido de pasear cada noche por los subterráneos de Roma o ir al dichoso Navío a encontrar ... ¿alguién me puede decir que buscaban en esa mansión infinita?

El primer tomo tiene unas 600 páginas escasas, el segundo tiene algo más de 700, ¿cuantas tendrá el tercero? En ambos, con la mitad llega. La lectura de Imprimatur fué completa, es decir no me salté ni un párrafo por si me perdía algo. En el caso de Secretum, he de reconocer que más de un párrafo y de una página me he saltado. La experiencia es un grado. Como recomendación en elcase de Secretum, puede saltarse el CAPÍTULO completo donde persiguen al dichoso loro. No aporta absolutamente nada de nada.

Lo que sí me gusta son las teorías que desarrollan (lo de los Borbones por falsificación es tremendo).

En resumen, que el tercer volumen me lo compro en bolsillo y me ahorro 10 euritos.... en el caso de que me decida comprarlo.

Un artículo sobre los autores, aquí.

domingo, 25 de junio de 2006

Fotos recuperadas

Una cosa que se me olvidó comentar es que a la vuelta de NY una de mis dos tarjetas de memoria, concretamente la que tenía las 387 primeras fotas del viaje, no tenía nada.

Cuando digo nada, me refiero que desde el punto de vista de la tarjeta, no tenía ningún fichero pero estaba llena. Dándole vueltas al tema llegué a la conclusión de que quité la tarjeta sin apagar la cámara, dejándome bloqueda la tarjeta.

Me pasé un par de días agobiado hasta que buscando en foros y en google encontré un sw que me permitió recuperar 367 fotos, es decir prácticamente el 100%.

La web es http://www.datarescue.com.

El sw es de uso extremadamente fácil y rápido y su eficacia, si no has escrito nada en la tarjeta después del desastre puede alcanzar el 94% como en mi caso.

viernes, 26 de mayo de 2006

New York, New York

La idea de esta entrada es crear una pequeña guía de Nueva York, basada en una guía que hizo mi mujer.

Esta Semana Santa nos fuimos mi mujer y yo a Nueva york por primera vez. Garantizo que no será la última. Hemos vuelto francamente impresionados.

Como para todos los viajes nos documentamos previamente (más ella que yo ;-)): varias guías y muchas páginas de internet. En lo que se refiere a las guías, recomiendo la del Trotamundos. Completa y muy descriptiva. En cuanto a las páginas, google os proporcionará miles, pero la que más información nos dio fue http://www.vivenuevayork.com/. Los foros son impresionantes.

Una vez que llegueis a NY, resulta muy chulo empezar la visita al distrito financiero cruzando el puente de Brooklyn en dirección Manhattan. Para eso lo mejor es coger la linea azul A ó C y bajarse en la parada de High Street.


Brooklyn es un barrio muy agradable, aunque nosotros sólo vimos una pequeña parte. Otro día volvimos, también en metro, esta vez con la linea roja 1 ó 2, nos bajamos en Clark Street y visitamos la zona histórica, con casas del siglo XIX, muy agradable y tranquila, entre las calles Poplar y Montague (en esta última están los restaurantes con terracita), siguiendo Willow Street. El barrio está bordeado por Brooklyn Heights Promenade, con unas vistas increíbles de Manhattan. Al anochecer debe ser precioso. Lo que nos quedó pendiente es hacer este paseo de noche, tanto en barco como por el puente (me falta la típica foto del skyline iluminado).

Siguiendo el consejo de las guías no fuimos a la isla de la Estatua de la Libertad, que decían que era caro y algo decepcionante. La razón básica que acabó de decidirnos es que había al menos tres horas o cuatro de cola para subir al ferry. En cambio sí optamos por el ferry gratuito a Staten Island. Es un paseo bonito, se ve muy bien la estatua y Manhattan. Nos quedó pena de no repetirla por la noche. Los ferrys funcionan cada media hora (o menos) durante las veinticuatro horas del día.

Es bonito el paseo desde Battery Park hacia la zona cero. Justo enfrente de ésta última está Century 21, unos grandes almacenes de descuento de ropa de marca. La verdad es que nosotros pasamos por allí el primer día, y no nos apetecía perder tiempo en compras pues estábamos ansiosos de ver. Sólo entramos y salimos, pero la mayoría de los turistas llevaban una bolsa de allí, así que me imagino que debe haber cosas interesantes.

Otro sitio a destacar de la parte sur (aunque claro no todo se puede hacer el mismo día) es la zona de Pier 17, queda a la izquierda del puente de Brooklyn, y es una zona de ocio en el antiguo puerto. En esa zona están las casas más antiguas de Nueva York, y las primeras que tuvieron red eléctrica, en la calle Fulton. Son calles peatonales llenas de terrazas, con mucho ambiente para comer o tomar algo por la tarde.
Una buena disculpa para acercarse es porque allí mismo, en Front St. está una taquilla TKTS que vende entradas para los musicales de Broadway para ese día con hasta un 50% de descuento. En esta taquilla el horario es desde las once de la mañana hasta las siete de forma continuada y no suele haber ninguna cola. La otra taquilla está en medio de Times Square. Abre de tres de la tarde a siete, y a las dos (una hora antes de que abra) hay una cola que da miedo. Ridículo cuando en la otra no hay nadie. Es verdad que queda más a desmano pero vale la pena coger un metro, coger las entradas y aprovechar para tomarse algo en una terracita. Mucho mejor plan que tirarse en una cola dos o tres horas a pleno sol. Informaros por Internet de los musicales que hay y el estilo que os gusta. Nosotros fuimos al de Chicago. Mucha calidad musical, pero poca "chicha visual". Nos gustó mucho, salvo la parte de los diálogos que ahí nos perdíamos un poco.

Cambiando de zona: subida al Empire State Building. Lo más coñazo de nuestro viaje. La única cola que no pudimos evitar, pero porque no la vimos. La cola está oculta por los pasillos y no se vé hasta que ya estás en el fregado. Primero estuvimos a punto de renunciar al ver la cola que había para comprar la entrada. Al final decidimos quedarnos. Nos llevó cuarenta minutos. Felices con nuestra entrada nos dirigimos a lo que nosotros considerábamos la entrada, que resultó ser el final de una larga cola de ¡hora y media!. Creo que acertamos cogiendo la entrada hasta el piso 86, siguiendo el sabio consejo de la guía. La entrada hasta el 102 valía 14 $ más por persona y el mirador es acristalado y las vistas las mismas, además hay que hacer otra cola más. El mirador de todas las películas (“Algo para recordar”, etc.) es el del piso 86. Muy bonito.

El barrio chino nos dio algo de respeto. Si te sales de la zona turística sólo se ven chinos que te miran con cara de “¿Tú que haces en mi zona privada?”. Lo divertido es comprar falsificaciones. Te abordan por la calle, y nos llevaron a un segundo piso en un portal de la zona norte de la calle Mott, al norte de Canal St. El piso era alucinante, compartimentado en estancias de ocho o diez metros rebosantes de bolsos, carteras …, propiedad de distintos chinos. Te dan la mercancía en bolsas negras. Una vez que lo sabes, ves a todos los turistas por toda la ciudad con sus compras de Chinatown. Es más que recomendable REGATEAR, REGATEAR y REGATEAR. No os quedeis con lo primero que os enseñen. Despreciadlo. Poned cara de entendidos. Os sacarán falsificaciones realmente alucinantes.

También estuvimos en Naciones Unidas. La visita guiada dura casi una hora. Ves poco y hablan mucho, lo malo que en inglés. Las visitas en español las hay sólo una vez al día, y hay que llamar por teléfono para preguntar a que hora será ese día, pues va cambiando de horario. En mi opinión si no coincide con la visita en español no vale la pena. Se ven las salas de la Asamblea General, del Consejo de Seguridad y demás, siempre que no estén reunidos.

Nosotros preferimos el ambiente de la calle que el de los museos. Visitamos el MOMA, una tarde que llovía. Coincidió el viernes, que es gratis desde las cuatro hasta las ocho. La cola era de impresión cuando llegamos. Nos quedamos parados asombrados y sin darnos cuenta (de verdad), la cola se movió y nos absorbió, y en un minuto dentro. Está fenomenal. Con la emoción subimos sin más y no nos fijamos que la explicación en audio era gratuita. Así que vosotros ya lo sabeis. A lo mejor una forma de salvar la cola es entrar al museo a las tres y media y curiosear por la tienda (muy de diseño) y el hall, y a las cuatro coger la entrada gratuita. Otra opción: pagar los 20 $ otro día. Vale la pena.

Central park fue lo que menos nos gustó. Fuimos un día de semana y la verdad, es que aquello estaba desierto. Es cierto que recomiendan ir en fin de semana para ver a los neoyorkinos en el Great Lawn jugando al beisbol en los diferentes campos creados exprofeso. Como digo, a nosotros al ir en día no lúdico, no nos tuvo encanto.

De tiendas, ya sabeis la 5ª Av., la calle 57, Madison. Las tiendas son todas iguales. Negrazo en la puerta, dependientas pelotas, cosas exclusivas. Lo mejor, que las dependientas no se arriesgan y como todos los turistas llevan mochila, zapatillas y demás, les hacen la pelota a todos pues no saben quien lleva la cartera llena. En Tiffany´s mi mujer se probó un anillo de $4.000, que no acabó de convencerle, por suerte ;-). Te enseñan todo lo que quieras. Lo mejor fueron los grandes almacenes, sobre todo Saks en la 5ª av. al lado de la catedral. Hay todos los bolsos de todas la marcas, colgados a disposición de quién quiera, pudiendo probar al mismo tiempo un Dior, un Chloe, un Prada, un Gucci y a nadie se le ocurre decir ni mu. Genial. Lo malo es que como mínimo cualquiera marcaba 2.000$. En Macy´s la decoración de los escaparates y la planta principal eran espectaculares, con miles de flores naturales abarrotándolo todo.

A nosotros nos gustó más para las compras la zona del Soho. Es una zona preciosa, con ambiente, buenas tiendas, buenos locales. Broadway, Prince y Spring son las mejores calles. Hay una tienda Levi`s, una tienda de Prada de diseño, un Armani Exchange (Armani básico, con muy buenos precios. Otra bolsa clásica de los turistas, incluídos nosotros). También hay por allí un deli-supermercado de Dean & Deluca que es de los mejores de la ciudad.

De ambiente, la mejor zona es Greenwich Village. Hay cientos de locales. Llenos a todas horas. Washington Square tiene mucho encanto, con sus artistas callejeros y sus charlatanes. Nosotros fuimos un par de tardes.

El East Village demasiado underground para nosotros, mucho tatuado y mucho piercing. El Lower East Side estaba todo muerto. La calle Orchard, que es la que recomiendan, tenía todas las tiendas con las persianas metálicas cerradas. Era extraño porque era viernes por la tarde, y, aunque era viernes santo, estaba todo abierto en el resto de Nueva York. Ante el panorama y como llovía, metro al MOMA.
Antes, por supuesto, habíamos cumplido con la obligación de todo turista de visitar Katz´s, un deli donde se rodó “Cuando Harry encontró a Sally”. El sitio es un auténtico bar americano, con camareros algo frikys, lleno hasta los topes … de turistas. Más curioso si tenemos en cuenta lo desierto que estaba el barrio. Está en la calle Houston, entre Orchard y Ludlow Street. No tiene pérdida pues viene señalado en el mapa turístico de NYC.

El parque que más nos gustó fue Bryant Park, frente a la Biblioteca Pública (otra maravilla que no debeis perderos). Está lleno de gente al mediodía y por la tarde. Es uno de los muchos parques con ¡¡¡¡WIFI gratuito!!!!.
En lo que se refiere a la biblioteca, a mí me impresionó. Todos los fondos están digitalizados y mediante la "ACCESS CARD", accesibles a todo el mundo. Cuando digo a todo el mundo es literal. Solo por probar me hice mi "Access Card", y en memos de 5 minutos ya tenía mi tarjeta con mi foto. Esta tarjeta como dije, permite consultar los fondos de la biblioteca y además acceder a internet, mediante sesiones de 45 minutos (con 5, más que suficiente para ver el correo en vacaciones).

Mención aparte merece el capítulo del transporte. Para movernos nos compramos una tarjeta de metro para siete días. Nos costó 28$. El billete suelto cuesta 2$, así que si se usa una vez de ida y otra de vuelta al día ya compensa, aparte de la comodidad de no tener que estar comprando cada vez el billete. De todas formas, el taxi no es caro tampoco.
El problema del metro es que es algo complejo. Cada boca sirve para ir en una dirección; no están comunicadas entre sí. El letrero ya indica si es para ir Uptown o Downtown. Después por la misma vía pasan dos tipos de trenes: unos son Express y paran sólo en las paradas con círculo blanco y otros son locales y paran en todas las paradas de la línea. No es fácil identificar unos u otros, salvo en las estaciones grandes que tienen andenes separados. Los Express ahorran muchísimo tiempo. Si os fijais en el plano, las lineas están pensadas para moverse de norte a sur, hay muy pocas que vayan de este a oeste y tampoco están previstas conexiones ni transbordos entre líneas, o son incómodas. Al final, como todo, le cojes el punto y como un neoyorquino más.

Un sitio que no está mal para tomarse una copa (o una cena buffet de ensaladas, quesos y postres) es el mirador del hotel Marriott Marquis en Times Square. Es giratorio y vas viendo las luces de NY. Tampoco es la octava maravilla, pero está bien. Por supuesto, cuesta 7$ sólo sentarse si no eres huésped del hotel, más el precio de la consumición, más propinas, más tasas, más … Nosotros fuimos después de la cena, pero el buffet valía 25 ó 30, más el añadido, pero no nos pareció tan caro en proporción a la simple consumición y al resto de los restaurantes en los que estuvimos (italianos, cubanos, etc...)

Para comer hay mil opciones. Nosotros tuvimos suerte en un par de locales (un cubano, un italiano …), con buena comida y bien de precio. En el Village, en Little Italy, en la calle 46 (entre la 8ª y la 10ª) hay cantidad de sitios.

Otro paseo que nos gustó mucho fue el Upper West Side. Fuimos siguiendo el itinerario de trotamundos, viendo el Dakota, y todos los edificios que rodean Central Park. Especialmente bonitos el Dorilton y el Ansonia, en la calle 71 con Broadway. Bajando se llega hasta Columbus Circle, con un centro comercial muy bueno. El supermercado del sótano es impresionante.

No se me ocurre nada especial que no venga en las guías. Ahora os toca patear a vosotros. Disfrutad.

Decidido

Ya sé de qué va a tratar mi blog. De todo y de nada en concreto. Es decir que escribiré sobre lo que me apetezca sin ningún tema en particular. De lo que nunca voy a hablar es de política o de futbol. De lo primero no merece la pena enfadarse con nadie. Y en lo segundo soy un absoluto ignorante y además quiro mantenerme en ese estado.

miércoles, 24 de mayo de 2006

¡¡¡¡YA TENGO BLOG!!!!

Esta mañana me desperté con ese pensamiento en la cabeza. En pleno siglo XXI y no tengo un blog. Así que problema resuelto. Ya tengo blog. Más bien bloguiño, por ser gallego.

Ahora me surge un nuevo problema. ¿De qué hablo? ¿Tengo algo interesante que contar a quién me quiera leer? Más aún ¿llegará alguien a este bloguiño?

En fin, ahora que el problema principal está resuelto me tomaré mi tiempo para resolver el segundo.

Hasta entonces.
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